Del Dicho Al Hecho Hay Mucho Trecho
Dos automovilistas se encontraban parados, uno detrás del otro, ante la luz roja de un semáforo
El de atrás empezó a tocar la bocina y del adelante interpreto que le instaba a emprender la marcha.
Pero, al ver que la luz continuaba en rojo no se movía.
El de atrás empezó a insistir más con el toque de la bocina.
Sin poder contenerse más y con muestras claras de indignación y enfado, salió de su auto y con cara de pocos amigos se dirigió al otro auto
- ¡Ciego, Necio! Es que no ve la luz roja?
- Si pero, como Usted tiene ahí atrás de su automóvil un letrero que dice “Si conoces y amas a Cristo toca la bocina”, Yo estoy haciendo lo que usted sugiere
- El primero ahora lleno de vergüenza por su olvido y mal comportamiento se retiró en silencio y emprendió la marcha.
Qué fácil es poner carteles, que diferente vivir lo que pregonamos